Este mensaje fue transmitido por el Padre JESÚS EMIRO CLARO en el Santuario de la Peña, el 10 de agosto de 1996, día en que se manifestó Nuestra Señora y Madre de la Conversión. Estas fueron sus palabras:
Por favor cierren sus ojos, nos vamos a arrodillar, hagamos silencio, por favor. Les está hablando el sacerdote Jesús Emiro Claro, en este momento vamos a entrar en la presencia del Señor, vamos a permitir en nuestro corazón que entre Jesús. Jesús está aquí, Jesús está en medio de nosotros por eso, cada uno de ustedes, van a sentir esa presencia del Señor. Realmente está aquí, cerremos los ojos por favor y veamos en nuestro corazón ese Jesús, la Virgen María está con nosotros, nuestra Madre, esa Madre que quiere nuestra conversión, y por eso cada uno va a pedir perdón sinceramente porque en éste Jardín ella quiere encontrar una vida nueva, pero pidamos sinceramente el perdón, inclinemos la cabeza, gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, (repite tres veces el sacerdote).
Nos pide que nos reconciliemos, que busquemos reconciliarnos con el Hijo, Jesús en forma sincera. El Señor nos está diciendo que de varias maneras le hemos ofendido mucho. Está pidiendo mucha oración, solo de ésta manera podremos conseguir nuestra conversión sincera. Cada vez que ofendemos a Dios, lo hacemos sangrar, estamos crucificando a Jesús por tanta corrupción busquemos la paz, dejemos la violencia, que el maligno nos quiere alejar del corazón de María, vamos a ayunar, vamos a mirar el Sol, por favor abran sus ojos y miren el gran fenómeno que nos está dando el Señor y la Virgen en éste momento. Es algo demasiado grande. Abrámoslos nuevamente, dejémonos que el Espíritu nos ilumine y que María Santísima nos cubra con su manto, con ese manto de pureza y de amor. Por eso les pido que abran los ojos para que puedan vivir este momento tan grande en sus vidas. Ella pide que nos confesemos bien, que nos dejemos preparar para la gran purificación del mundo. (El padre en ese momento retransmite lo que la Virgen está diciendo) «Pequeños recibid mis últimos mensajes, mis ángeles estarán con vosotros, ellos les avisarán días antes de la purificación del mundo. Vosotros sois un retrato de Jesús, en la medida en que vivís como Jesús, el Señor nos desata de toda maldad». Pido, por eso les pido manténgase en silencio total, este es un momento muy importante para cada uno de nosotros, somos privilegiados de Jesús y de María, por favor no olviden este día tan importante para nuestras vidas, es algo que jamás habíamos soñado. Es un regalo verdadero de Dios, quien verdaderamente está en su completa presencia en medio de nosotros. (El padre en ese momento retransmite lo que la Virgen está diciendo) «Vosotros recibiréis en secreto los mensajes de Dios Padre».