DADO EN EL SANTUARIO DE LA PEÑA
MENSAJE DE JESÚS:
Dichosos los que sin haber visto creen, dichosos los misericordiosos, los mansos de corazón, porque de ellos será el Reino de los Cielos. Dichosos los pobres, porque su pobreza en el Cielo será la riqueza de espíritu, por ello llegarán a la Gloria de mi Padre.
MENSAJE DE LA VIRGEN:
Queridos hijitos míos, florecillas de mi jardín. Agradáis el interior de mi Hijo. Mis pequeños, os bendigo en nombre de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo. Os he invitado a vosotros para que seáis los testigos de los mensajes que mi Hijo os quiere comunicar.
Mi Hijo, os manda decir que vosotros no rezáis, que vosotros no os ponéis en gracia de Dios. Mis pequeños, mi hijo os manada decir que no rezáis, vosotros no tenéis fe, que vuestra fe esta lejos de El. Como no rezáis, no sabéis orar, orad Conmigo.
Soy vuestra Madre Reconciliadora. Os elijo para que seáis mis testigos. Recogeos y abandonaos en la presencia de mi Hijo mis pequeñas florecillas, mi Hijo, agradece que volváis a la oración. Vosotros mis pequeños, sois mis testigos. Tu pueblo sufrirá.
Soy vuestra Madre Reconciliadora, no dejéis que el maligno toque las puertas de vuestro corazón. La oración es muy importante mis pequeños, abandonaos en la Misericordia de mi Hijo. ¿Os abandonáis? vuestras oraciones subirán como incienso a mi hijo, entregadlas a Él como ofrenda de amor. Mis pequeños, no busquéis sacrificios, mi Hijo no os pide sacrificios, sólo os pide se abandonen en su Corazón Misericordioso. Mis pequeños, mis anuncios os están llegando por la revelación. Haced lo que mi hijo os diga, poneos en gracia de Dios, ¿Que os cuesta acompañarme en mi oración? ¿Acaso os sentís más felicidad cuando estáis en la gracia del demonio? No os dejéis llevar del maligno, pues él es muy astuto, él sabe que vosotros os acercáis a mí y quiere impurificar vuestros corazones llenándolos de cizaña, llenándolos de maldad, de odio, de incomprensión, no lo dejéis entrar en vosotros, no le abráis las puertas, no os quiero perder a mis pequeños, mis Sacerdotes, mis Religiosos, mis amados siervos, entregaos todos a mi Dios.
Mi pequeño, seguid enseñando a ellos, no os ocultéis, a cada uno de vosotros, mi Hijo tendrá con vosotros un juicio independiente. Alejaos ahora que podéis. Regocijaos en El, estad en gracia. Buscad la paz en vuestros corazones. Que feliz es andar por los caminos de mi Hijo y cuánto os cuesta sembrar la semilla; para que el fruto lo rechacéis y lo echéis en tierra árida y seca. Confesaos. Contad a mi Hijo todos los pecados. El tendrá misericordia de vosotros. Seréis corazas y podréis abrir vuestro corazón. Dejadlo entrar. No lo ofendáis mas con vuestros escupitajos.
Queridos hijitos míos. Pedacitos de mi corazón. No busquéis más problemas. No busquéis más caminos. Caminad pequeños con mi Hijo, el os entregará la gloria y vosotros debéis buscarlo todos vuestros días.
Orad por el Papa Juan Pablo II, por mis intenciones, mi Hijo le ha revelado a el, muchas cosas que en vuestros tiempos se cumplirán.
En vosotros mis hijos, mis pequeños, está vuestro futuro. Volveos a Él como un manantial en vuestras casas, rocío de cascada nueva.
Formad mis pequeños verdaderos Cenáculos de amor. Buscad la paz, dejaos enseñar por mí Hijo.
Aunque no reconozcáis mi presencia como vuestra Madre, reconoced la presencia de mi Hijo, aunque no me queráis a mi, tened mi pequeño, mi pequeñito, mi capullito de amor, no os importe con vuestros vecinos, dejad que ellos busquen a Dios. Dejad que ellos caminen, pues vuestro interior agrada a mí señor, os bendeciré mis pequeños, con vuestras tratos indiferentes. En estos tiempos de dura purificación de ecumenismo, está por llegar una verdadera apostasía eclesial. Está por venir mi Hijo, poneos en gracia de El. Orad, Orad, Orad. Vivid en fraternidad con vuestros hermanos, con vuestros hijos, con vuestros padres, con vuestros enemigos, con aquellos que no te quieren, que no desean nada bueno. Orad por tus hermanos separados. Rezad por ellos, para que se conviertan a mi pequeño, para que descubran que el Camino Verdadero es la muerte. Reconoced en vosotros como mi pequeño os sigue amando, que ya está su Copa derramando sangre por tu indiferencia en el dicismo.
Queridos hijitos míos, estos lugares que he escogido para vosotros. Plantaos en este lugar santo mi jardín y cantéis mis canciones.
Os amo, aunque no reconozcáis la presencia de mi Hijo Salvador entre vosotros. Os vuelvo a decir mis pequeños, cumplid los Mandamientos de mi Hijo, cumplid con confesarte, ponte en gracia de mi Dios , de mi Hijo amado, entre vosotros llegará como fuego renovador a purificar vuestros corazones. entregad vuestros cuerpos, vuestras almas a Él. Cuántos de mis pequeños sufren, por no haber entregado sus almas a mi Dios, y por haberos entregado al demonio. Vosotros mis pequeños no podréis seguir viviendo el ecumenismo. Pues por lo tanto, vosotros no reconocéis su amor, no le conocéis porque con vosotros está y su Nombre es el Señor. No habléis de otros dioses, no busquéis más dioses, os tienen a todos en el destierro, no busquéis el placer, el dinero y las cosas vanas. Se van con el tiempo y vosotros solo os quedáis con las manos vacías, no acumuléis los bienes como el joven rico, entregaos todo tu cuerpo, tu corazón a mi pequeño, no labréis mas tumbas entre vosotros, no labréis la muerte. La tierra está cansada de recibir a gritos vuestra sangre, poneos en paz, reconciliaos, vuelvan mis pequeños.
Con gran preocupación vuestras duras guerras, de los sufrimientos. Regocíjate en mi Manto Celestial, Yo os protegeré de Lucifer, de todos vuestros enemigos. Entregaos como semillas a mi Pequeño, el dará muchos frutos en vuestros hogares. Rezad el Santísimo Rosario, rezadlo ahora más que nunca, rezadlo, invocadme, Yo estaré en tu presencia entre vosotros, como vuestra Madre Reconciliadora, rogando por vuestras seguridades. Os amo, mis hijos, los bendigo en el nombre de Dios Padre, en el nombre de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo.
Mis pequeños, os he escogido en este lugar santo, para que seáis mensajeros de mis palabras, las palabras de mi pequeño Hijo.
No guardéis, no os atesoréis, no guardéis más pecados, guardad el amor en tu corazón, y cuando tengáis amor, dadlo a conocer mis pequeños, son muchos mis pequeños los que no escuchan, los que no creen, los que no oran y por lo tanto no quieren seguir el camino de mi Hijo.
Recogeos. os vienen duras guerras, batallas, injusticias. La tierra se calentará. Yo estaré ahí. ¿Vosotros invocáis mi Nombre, para vuestra protección? Pero si no reconocéis el Nombre de mi Hijo. Yo os amo, y os bendigo, aunque me ultrajéis, aunque mi pureza se vaya al suelo, yo os amo, aunque mi humildad se vaya a la gloria del demonio.
Quered a mi Hijo aunque no me queráis a mí. Yo os bendigo, porque yo quiero salvaros, dejaos salvar. Uníos a mi corazón.
ORACIÓN Dada Por La Misma Virgen María, La Inmaculada Concepción, En el Santuario de La Peña.
«Yo os cobijo mis pequeños. Repetid conmigo«:
Dios Padre, yo os amo y os entrego todas mis enfermedades espirituales, físicas y os digo. Yo os amo y entrego todo lo que fui, todo lo que soy y todas mis intenciones. Dios Espíritu Santo, yo os abandono y os entrego mi cuerpo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, para que os lave de vuestras culpas, de vuestros pecados, de vuestras malezas, de vuestras injurias, de vuestra soberbia, de vuestra falta de prudencia , de vuestra falta de humildad, de nuestra falta de compromiso. Amen.
MARÍA :
Mis pequeños, vosotros no os comprometéis con Dios, vosotros no aceptáis sus compromisos, vosotros buscáis donde el maligno esta, no dejéis que os lleven a los caminos del pecado, de la muerte, él es astuto y os pone muchas tentaciones a vosotros, seguid mi pequeñito a mis profetas, dejaos guiar por ahí, poneos en diálogo de amor con tus otros amiguitos, con mis otros pequeñitos en la tierra, con mis otros pequeñitos en el Cielo. Yo descenderé con todos mis santos y guiaré por el camino a mis pequeños, doy a vosotros mi corazón, mis pequeños, doy a vosotros el camino de como podéis llegar a mi Hijo, rezad mi Rosario, invocad la Misericordia de mi Hijo. Rezad en familia, orad con tus amigos, con tus vecinos, con los que no te quieren, orad por ellos, bendecíos en Nombre mío, aunque no quieran aceptar mi bendición maternal. Yo os adoro, Yo quiero salvaos, de las garras del maligno, Yo os prometo que si oráis conmigo vendré y descenderé con mi Hijo, para desterrar el maligno y vencer la Gloria por vosotros, pero vosotros, entregaos, y sembraos como semillas en este Lugar Santo, que mi Hijo os ha escogido para llamaros a vosotros mis pequeños. Estaré con vosotros el día de Pentecostés, os aseguro, que si oráis con el corazón veréis la Gloria de mi Hijo. Venid a mí, venid a mi Hijo, dichosos aquellos que sin haberlo visto creen. Bienaventurados vosotros mis pequeños, porque escucháis, aunque no nos veáis, porque sabéis aunque no queráis escuchar. Bienaventurados vosotros que andáis con mis otros pequeños necesitados, bendecíos mis hijos, Yo os amo y os entrego mi Corazón Inmaculado, como gotas de rocío, para que os purifiquen, para que os bañen vuestros pecados, para que desciendan y laven vuestras entrañas y vuestros corazones.
Mi Espíritu Santo y el don de su entendimiento, descienda para que seáis más y aprendáis a conocer mis preceptos.
Volveos a Dios , a la Iglesia, que aún son aceptados y no dudéis de la presencia de los míos, si dudáis, el maligno señalará tu camino, no temáis Yo estoy con vosotros. Os amo mis hijos, sembrad lo que sois, olvidaos de vuestros pecados. Comunicadlo a vuestro Pueblo Colombiano. Os bendigo en nombre de Dios Padre, de mi Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. El futuro está en vuestras manos. No os dejéis que la ley del hombre, que quiere imponeros todo Régimen del maligno, para que a vosotros caigáis en la trampa de una dura guerra que se avecina. Tenéis que orar mucho con mi Hijo. Recogeos pues, vuestro pueblo sufre y el mundo sufre, Os amo. Gracias por atended mi llamado. Si os dejáis sanar mi Hijo os sanará. Si dáis su amor, amor recibiréis, si orgullo dais, orgullo recibiréis, no tendréis consuelo. Daos a vuestro pueblo Colombiano en este día escogido por mi Hijo. Arrodillaos honradamente, es vuestro DIOS, a quien os pido para que os ame; para que interceda, mis pequeños. Los hombres con indiferencia no os crucifiquéis más. Mis pequeños, volveros al Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Mis jóvenes, no os dejéis llenar de sectarismos, alejaos del demonio ?.
Padres, en vuestros hijos encomiendo mi Hijo. Hijos, en vuestros padres encomiendo mi Padre.
Mis pequeños, bendigo vuestros santos Rosarios, Mi pequeño, id por todo el mundo, hablad de mi hijo, vuestro interior agrada a Él. Gracias por atender a mis súplicas. Gracias por atender a este Lugar Santo. Os bendigo mi pequeño. Os amo.