MENSAJE DE JESÚS Y DE MARÍA, LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
Dado en el Cerro de Guadalupe, Bogotá D. C.

MENSAJE DE JESÚS:
Soy el que soy, y no se me oculta la opción. Debo deciros que vosotros sois elegidos para ser mis testigos. Hijos recibíd mi Espíritu. Gloria al padre, a la madre, a la hermana, al hermano, a vos. Shalom a la familia. Mirad los cielos, os doy mi bendición. Haced lo que mi Madre os diga. Ella es mi Madre Celestial. Ella es el refugio de todos mis hijos. Os cobija mi Espíritu. Así como El Padre me eligió, Yo os elijo. Seréis mis testigos. Caminad. Volved, volved a mi Madre.
MARÍA LA INMACULADA CONCEPCIÓN:
Yo soy la Inmaculada Concepción. Os bendigo en el nombre de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. Os amo, mis pequeños, capullos de mi Jardín. Dios está por teneros aquí. Atended a mi llamado en estos tiempos en que mi Hijo amado sufre con paciencia vuestra conversión. Acercaos. No mintáis más, no lancéis más escupitajos de indiferencia a mi Hijo, que me lo hacéis sufrir, no lo maltratéis. Mirad como lo tenéis abajo de tus altares, de tus Iglesias.
En el mundo os he dejado una canción. Cobijaos, acercaos. ¿Cuántas pruebas queréis más mis pequeños?. Yo os amo y os bendigo, en nombre de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. ¿Qué más respuestas queréis? a todas vuestras preguntas os digo: Yo os amo y mi Hijo Santísimo os manda decir que os ama, a pesar de que estéis pecando, os ama, a pesar de que lo maltratéis con vuestros hermanos os ama, a pesar de que no respetéis a vuestros padres os ama, a pesar de que lo maltratéis y calumniéis a vuestros hermanos os ama.
MARÍA:
Soy vuestra Madre Reconciliadora, he venido a daros la sanación en este día, a limpiaros el cuerpo, a desatar todo cuanto está atado para que os quede desatado, confesaos, estád en gracia de Dios ahora, no lo penséis más, no sabéis ni el día ni la hora, Yo os quiero recoger, para el día de los castigos severos.
Amados míos, decidle a Colombia vuestro país, que es mi pueblo, que es el pueblo de mis pequeños, al igual que a todos mis pequeños, no dejéis que el ecumenismo toque vuestras puertas, que la apostasía se ponga de manifiesto, alejaos de los que te contaminan con sus malas acciones, alejaos de todos aquellos pecadores. Vengo a deciros en nombre mío que volváis a mi Hijo, Quiero para vosotros en este día, teneros en mi Santuario en el Cielo, pero que seáis corazas, que defendáis a la Iglesia. Orad por mi Hijo, por mi pequeñito en la tierra, por el Papa Juan Pablo II, mi pequeño de mi corazón, mi capullo, mi semilla de amor, a quien mi Hijo os ha revelado tantas cosas. Orad, orad, orad por él, para que no lo maten este año, para que no lo asesinen, para que no lo ultrajen, para que no os lo golpeen, para que no lo maltraten . Orad, haced oración conmigo, no me seáis indiferente a mi llamado, yo cuento con vosotros. ¿Vosotros contáis conmigo? Quiero recogeros en este día, en estos días fuertes, en estos dos años de duras batallas y unificaciones, en estos dos años de duras guerras, de soledades, de destierros, de deslizamientos. Poneos en paz con vuestros hermanos .
MENSAJE DE JESÚS:
Miradme hijos míos, he venido a través del Milagro del Sol, a revelaros toda la oscuridad que vivís en vuestras casas, en vuestro pueblo, volveros a mi, yo soy vuestro DIOS, que soy vuestro SALVADOR, ¿Qué más dioses queréis?. Obedecedme. Yo soy vuestro Padre, no me crucifiquéis más, no me lancéis más escupitajos, ni me ultrajéis, no me desnudéis en las calles, no os burléis de mi, reconoced vuestras culpas y volveos a través de la intercesión de mi Madre que os pide volveos a mi todos los días. ¿Cuánto mas queréis jugar con el amor que os he dado para que os améis unos a otros?. Guardad los mandamientos, sólo os pido, guardad los mandamientos.
Di gloria en México, gloria en Italia, gloria en Perú, gloria en Etiopía, Shalom en Venezuela, Shalom en Colombia, Shalom en Costa Rica, Shalom Salvador, Shalom Croacia, Shalom en Portugal. Volveos hacia mi. Volveos a mi. ¡Oh! patria de Alemania, volveos a mi Estados Unidos, volveos a mi Yugoslavia, volveos a mi Ruanda, volveos a mi Ecuador.
Mirad como vuelan las aves en el cielo con la libertad que os he dado. Mirad, miraos a vosotros, os he dado la libertad. ¿Voláis o estáis atados? ¿Qué decís a vuestro Padre? Mirad los peces del mar, ellos nadan libremente sobre las aguas, no os perturban y no os hacen daño. ¿Vosotros les hacéis daño? Mirad las flores en el campo, los árboles, los frutos, ellos no os piden que sean arrancados, Mirad vuestros padres. ¿Respetáis a vuestros padres? ¿verdad que no los respetáis ? ¿Padres respetáis a vuestros hijos?, ¿Lo hacéis? ¿Verdad que no? ¿Hermanos os amáis como yo os mande, los unos a los otros? ¿Os amáis? ¿Verdad que no? ¿Os Perdonáis los unos a los otros como yo dije que os perdonaran? ¿Verdad que no?, ¿Ofendéis ha vuestros hermanos de palabra, de pensamiento? ¿Si lo hacéis? ¿Queréis convertiros en mi Espíritu Santo? ¿Queréis amaros como yo os he amado? ¿Hijos, porqué no lo hacéis? ¿Porqué no lo habéis hecho? ¿Porqué no has respondido a mi llamado? ¿Cuántos dioses tenéis? ¿Cuántos ídolos os habéis formado?
MENSAJE DE MARÍA:
Soy vuestra Madre, vuestra Madre Reconciliadora, mis hijitos, a muchos de vosotros hoy, os daré el don de la sanación, amad a vuestros hermanos con la sangre y el agua que brotaron de mi hijo, regocijaos en mi corazón, mis pequeños, mis florecillas, mis niños, os amo, y os bendigo. En el nombre de Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo. Mirad mi rostro desde lo profundo de vuestro corazón. Orad conmigo en este momento. Dios te salve María, etc.,
Volved mis pequeños a la oración. Os cobijaré con mi manto. Aceptad mi manto de madre. Formad en vuestras pequeñas casas verdaderos Cenáculos de oración. Rezad mi Rosario, es para agradar a mi Hijo. Rezad a mi Hijo, a través de mi. Aunque no me améis a mi, amad a mi Hijo, aunque me despreciéis a mi, no despreciéis a mi Hijo, porque si orgullo dáis, orgullo recibiréis, si desamor dáis, desamor recibiréis, si mentiras dáis, mentiras tendréis, si pecáis, pecareis cada día más, si no amáis, no os amarán a vos. No dejéis que mi pequeño en la tierra el Papa Juan Pablo II, sea arrojado al precipicio por vuestros pecados, que vosotros seáis llevados a ése hueco oscuro y profundo de donde no saldréis nunca, donde cumpliréis vuestro ciclo de vida. Para que hagáis penitencia, pedid por vuestros hermanos que no están en gracia, decidles que se pongan en gracia de Dios, que frecuenten los sacramentos, que cumplan los mandamientos y mi Hijo os dará la gloria. Sed prudentes mis pequeños, la prudencia es muy importante, la prudencia agrada el interior de mi Hijo, por la prudencia vosotros ganaréis la gloria de Dios, por la prudencia vosotros seréis bienaventurados, seréis bienaventurados, porque seréis mansos de corazón, de espíritu, de pensamiento. Confesaos, implorad todo los días la misericordia de mi Hijo para vuestro Pueblo Colombiano. Implorad la misericordia de mi hijo por vuestros hermanos en todo el mundo.
ORACIÓN:
¡DIOS PADRE! Os pido perdón por mis pequeños aquí reunidos, sánadlos hoy. Amadísimo hijo mío, hablad con José, os daré, y sentiréis mi gozo, mi paz, a muchos de vosotros no a todos, os daré la gracia de mi sanación.
Poneos en la gracia de mi Hijo, y os daré entre vosotros. Hay mentiras entre vosotros, hay oscuridades, entre vosotros hay tumbas, entre vosotros hay indiferencias. ¿Cómo queréis ser sanados, si vosotros mismos no os dejáis sanar? Si vosotros mismos no os dejáis amar, yo os perdono mis florecillas, porque os amo, porque me duele veros así, recogeos para que hagáis menos fuerte la cruz de mi pequeño. No lo alejéis de las iglesias de donde ha sido retirado, seguidlo.
MARÍA:
proclamad mi grandeza y os daré a vosotros con vuestra ayuda la victoria sobre el maligno que os quiere alejaros de mi. Rezad mi santísimo Rosario con mi Hijo. Pedidle misericordia por vuestros pecados, creed ahora. ¿Qué más pruebas queréis? ¿Que más dolores queréis? son suficientes los que os vendrán estos dos años. ¿Que más dolores queréis? Llorad Medellín. Satán golpeará, en Pereira vuestra tierra se abrirá en dos, vuestra cordillera se calentará.
Mayo tierra árida Bogotá, los demonios vendrán por vosotros. Barranquilla estaréis tan llena de dioses, que no querréis a mi Hijo, las olas del mar os cubrirán. Mis pequeños, en vosotros está el futuro de vuestro pueblo. Mi Hijo pide: Oren, oren, oren. Mi Hijo pide: conviértete a mi gracia. Pueblo de Japón, ¿Cuántas muertes queréis? ¿Cuántas vidas cortadas os atarán a las tumbas? ¡Oh, Ruanda!, seréis estéril, pero Yo ahí como la Esclava del Señor, estaré diciendo mi tierra amada y derrumbada.
Alemania, si no cambiáis las armas de muerte, por armas de amor, moriréis por ellas mismas. Estados Unidos de América ¿Qué Dios buscáis? vosotros sois mi pobreza. Comunicaos, reunid a todos mis pequeños, cada vez más en torno a mis Cenáculos ¿Podéis formar la Iglesia doméstica en vuestras casitas? las bendeciré. Formad un altar, para quienes vayan allí a lavarse en esas aguas que verterán las lágrimas de mi Hijo, hacedlo, prometo que os protegeré vuestros hogares de toda calamidad, pero no salgáis. Vendrán en 3 años quizás, o mucho antes de lo que vosotros pensáis. Regocijaos en mi, en los días de oscuridad. No salgáis, no seáis curiosos, recogeos en mi oración, recogeos a todos vuestros hermanos, daos en nombre mío y de mi hijo la bendición, así la desprecien, así no la amen. Rezad por vuestros hermanos, muchos tienen un corazón de piedra, no quieren cambiar, no reconocen el amor de mi Hijo, por lo tanto no oran , no se ponen en gracia de mi Hijo. Mi Padre del Cielo os dará un juicio a cada uno. Rezad, pedid a Dios que no estéis en ésa lista ahora, que no seáis uno de aquellos que sufren. Dad gracias a mi Hijo ¿A quien le dais gracias tú? ¿A quién? Yo, María Reconciliadora, os amo mis pequeños, cuánto agradáis a mi Señor, es el momento de uniros con más fuerza a mis otros pequeños por todo el mundo, en vosotros mis pequeños de vuestro pueblo, a Felipe, Oliva, María Angélica, Juan, Carolina, Esther, Francisco, Luis Carlos, Lino, Magda, Mónica, David, Octavio. Rafael, Ligia, Bertha, Margarita, Consuelo, Juan Carlos, Alexánder; reunidlos, buscadlos, por el Milagro del Sol, os darán el poder de mi Hijo, vosotros sois mis templos, que vengan a mi todos mis pequeños, mi pequeño semilla de mi corazón. Os desato toda maldad que ha recaído sobre ti en estos tiempos. Seréis mi testigo, sed mi pequeñito y haced lo que Él os diga, discernid vuestra elección, seguid a mi Dios, y eso lo hace feliz, adoradlo, orad más, da más testimonio de vuestro amor.
El amor de mi hijo, seguidme mi pequeño, no seáis orgulloso, ya no seáis un niño, sois un hombre, os bendigo, os amo mi pequeñito, mi semilla, a vosotros os sano, misericordia por mi Hijo, misericordia, no os atéis al placer, no os atéis al dinero, no os atéis a las diversiones, todo eso viene del demonio, ¿Rechazáis el amor de mi Hijo? volveos a Él, misericordia por mi Hijo, misericordia. Mis pequeños, orad conmigo, veréis mi rostro orando. Regocìjaos, uníos más. Doy en este momento el entendimiento, orad conmigo, Regocijaos. ¿Que os pasa? no dudéis, Regocijaos, os llevaré a vosotros a las puertas del cielo, Regocijaos. ¿Pensáis en mi mis pequeños? Juntaos a mi corazón capullos de mi corazón. Vosotros sois hijos, los administradores en estos tiempos de miseria. Podréis administrarla más bien que a vosotros ?, pequeñitos de mi corazón, os adoro, bendigo y amo desde lo profundo de mi corazón, y os reconozco y os perdono a través de mi Hijito, de todas las calamidades que cometéis, los que sois culpables volved al sacramento de la reconciliación. Dad el tratamiento de palabra y de hecho unificación. A los padres dad luz, que habeis podido desataros, los libra del pecado. En mi rostro veréis a mi Hijo, pensad en Él, sentid su presencia, no dudéis de su amor y os sanará en este momento.
ORACIÓN:
Enseñada Por La Misma Virgen María La Inmaculada Concepción
REPETID CONMIGO:
Misericordia Señor, hemos pecado, misericordia Señor, hemos pecado contra ti, Dios mío, en tus manos pongo mi espíritu, Dios mío en tus manos pongo mi corazón, Dios mío en tus manos pongo mis pensamientos, Dios mío, en tus manos coloco mis pecados, Dios mío, a ti te entrego mi vida, Dios mío, a ti entrego mi maldad, mi falta de amor, mi falta de orgullo, amad a Dios.
DIOS HIJO :
Mis pequeños , no seáis orgullosos del maligno, que no os trae nada a vosotros. Os confundís los unos a otros, os confundís a mi Madre, confundís a Dios Padre, a Dios Espíritu Santo, no seáis orgullosos del demonio, sed orgullosos de mi Dios, tu Padre, tu Salvador, a quien tienes que rendir tus cuentas ahora. Haced una verdadera contrición de corazón, una verdadera confesión de boca.
Yo confieso ante Dios Padre todopoderoso y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, por eso ruego a Santa María Siempre Virgen , a los ángeles y a los Santos, que intercedáis por mi, ante Dios Nuestro Señor. Amen.
Envío mi Espíritu para que vayáis de dos en dos.
MENSAJE DE LA VIRGEN:
Mis pequeños os habla vuesatra Madre Reconciliadora, sano vuestro corazón, vuestro interior, vuestro cuerpo, vuestra alma, vuestros pensamientos, vuestras acciones, os sano de toda maldad, destierro el maligno de vuestro corazón, os libero, estoy contigo, os extiendo mi manto, mis pequeños, mis florecillas amadas. ¿Porque no os dejáis amar mas? ¿Qué os cuesta amaros tanto? Seguid amando. Estoy muy feliz de que estéis conmigo, de que atendáis a mi llamado, os haré de ti a mi, y a ti, a tu familia y a tus hermanos. Os bendigo por el corazón sacratísimo de mi hijo, sus llagas, sus dolores ocultos, os bendigo en el nombre de Dios Padre y de Dios Espíritu Santo, mis pequeños, vosotros sabéis a quien os he dado en estos momentos el Don de la Sanación de mi Hijo, no lo guardéis para vos, que así como os da, se os quitará, sed prudentes, sed cautos para responder, para escuchar, no os apresuréis a mi hijo, dejad que mi hijo os apresure a vosotros, dejad que mi Hijo os vaya delante de ti, y os conduzca, no conduzcáis vos , vos sois mi pequeño a los ojos de mi Hijo. El perdona, pero no juguéis más con Su amor. El sufre mucho de ver que no cambiáis , por eso, doy el Don del Espíritu Santo, sus siete Dones Santificantes, sana a vuestros hermanos, cúralos, vosotros sabéis que ha entrado en vosotros, si en vosotros, en alguno no ha entrado, no lo habéis dejado entrar. ¿Perdonáis? no habéis perdonado; por eso os no lo habéis dejado entrar . Poneos en gracia de Dios y daré mi Espíritu que consuela, reuníos, no temáis hablad de la palabra de mi Hijo, por donde quiera que vayáis, no temáis invocarme, Yo estaré con vosotros, con mi Ángel Custodio, con todos los Ángeles, protegiéndoos, no os dejéis atar al mal, porque quedarais ataos, os bendigo, os amo, gracias por atender a mi llamado . Mi pequeño viene la apostasía de tu País. Buscad a mis otros pequeños, poneos en Cenáculos con ellos.
Quiero que no vayáis allí, allí no está vuestra felicidad, haced lo que mi Padre, lo que mi Hijo os digan, debéis discernir mucho. En estos días os daré la señal de mi más grande amor, estaréis anclado a mi Corazón Inmaculado. Os no dejaré perderos. Orad, orad más mis pequeños, haced lo que mi pequeño, mi Hijo os diga, no andéis por ahí, en tus propias convicciones, os alejarán de mis brazos, os robarán de mi, no quiero mi pequeño, os dejo por que os amo.
Tú pueblo sufrirá, pero rezad, para que seáis más consagrados a mi amor, os invito, os llamo, os invito a la Cruz, no busquéis más cruces, , ni más formas, ni más tallas, desde que nacisteis se os dio a ti vuestra cruz propia, cargadla con dignidad, no la golpeéis más, os amo mis pequeños, os bendigo. En los Cielos os espera mi Hijo, y os purificará como viento renovador. El sol danzará para vosotros. Hoy mis ojos mirarán y iluminaré tu corazón para que podáis ir en paz, en nombre de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo. Amen.
Atended hijos, atended mis pequeños a mi llamado, os invito a regocijaros en mi Santuario, con Juan Diego, el día 14, a las 3 de la tarde. Implorad conmigo la misericordia, por mi Pueblo Colombiano, por tu pueblo, os diré como estará vuestro pueblo, cómo serán estos años, qué podéis hacer, para preveniros de todas las tragedias que os vienen. Os bendigo, y os amo.