Soy tu Madre María de la Reconciliación, os vengo a pediros con insistencia la conversión de tu vida, de vuestras almas.
Hoy estoy muy feliz de orar con vosotros, mi hijo esta feliz de que vosotros recéis el santo rosario.
Os bendigo en nombre del padre, del hijo, del espíritu santo.
Obedeced a mi iglesia, ellos son los enviados de Dios, son sus apóstoles.
Mis pequeños, sed obedientes a vuestros padres, pedid perdón, no ofendáis ni sembréis orgullo y cizaña en sus sentimientos, no juzguéis a nadie.
Es la hora de despojaros de todo cuanto ata, para que quedéis desatados . Es hora de convertiros a la Misericordia de mi Hijo.
Orad a Dios por las almas del purgatorio. Mis pequeñitos ayudadme a orar con vosotros.
No seáis indiferentes a mi inmaculado corazón que clama dolorosamente vuestra conversión, os acercan tiempos fuertes. Grandes tragedias terrestres, muchos terremotos, fuertes inundaciones, grandes deslizamientos, la danza del astro iluminara a todas las almas, esa luz entrará a todos pero no todos mis pequeños permaneceréis vivos a este llamado.
Alejaos ahora del pecado. No seáis tu uno mas de aquellos que forman parte de ese hueco oscuro y profundo.
Mis pequeños con la oración vosotros podéis evitar todas estas tragedias, yo os amo. Vengo a pedir muy especialmente orad unos por otros.
Orad por aquellos que no reconocen la presencia del espíritu de Dios y que no le aman.
Implorad, implorad todos los días la misericordia de Dios. Pedid mucho por mis hijos en señal de mis mensajes.
Ellos llevan cargas pesadas que vosotros no entendéis no pongáis vuestras esperanzas en los humanos, ponedlas en Dios padre y confía en el, poned vuestras intenciones y vuestros deseos en sus manos que el os espera con amor para concederos la gracia por amor.
Repetid mis pequeños: Dios padre os pido perdón por todos los pecados que cometo consciente o inconscientemente todos los días.
Ayudadme a reconocer mis faltas para volveros convertidos a mi hijo.
No hagáis mal a nadie , por que si mal haces, mal recibes.
Si desamor entregas, desamor recibes.
Si indiferencia das, de ella recibes.
No dejéis pecados en vuestro corazón, confesadlos todos. Comulga todos los días. Rezad el Rosario de la Misericordia de mi hijo pidiendo misericordia por el mundo y por vosotros en reparación de vuestras almas. Yo os adoro, y bendigo profundamente vuestros rosarios en nombre de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo. No dudéis mis pequeños de mis palabras, que más pruebas queréis? Os amo y mi Hijo os manda a decir que os ama a pesar de que pequéis Él os ama, acercaos a Él como águilas para daros la verdadera libertad de espíritu.